La Administración y sus
perspectivas
Recientemente
Warren G. Bennis predijo que en los próximos 25 a 50 años el mundo vería el fin
de la forma organizacional de hoy (la organización burocrática) y el
surgimiento de nuevos sistemas más adecuados a las demandas de la
post-industrialización. Tal predicción se basa en el principio evolutivo por el
cual cada época desarrolla una forma organizacional apropiada a sus
características. Bennis destaca que las debilidades de la organización
burocrática serán exactamente los gérmenes de los futuros sistemas
organizacionales.
Bennis
se refiere: 1- A los cambios rápidos e inesperados, principalmente en el campo
del conocimiento y de la explosión demográfica, imponiendo nuevas y crecientes
necesidades, a las que las actuales organizaciones no están en condiciones de
atener. 2- Al crecimiento en tamaño de las organizaciones que se vuelven
complejas e internacionales. 3- A las actividades de hoy, que exigen personas
de competencias diversas y altamente especializadas, involucrando problemas de
coordinación, y principalmente de seguimiento de los rápidos cambios. La tarea
administrativa en las próximas décadas será incierta y desafiante, pues habrá
de ser alcanzada por un sinnúmero de variables, cambios y transformaciones
cargados de ambigüedad y de incertidumbre.
El
administrador se enfrentará con problemas multifacéticos cada vez más diferentes
y complejos que los anteriores, y su atención será disputada por eventos y por
grupos situados dentro y fuera de la empresa que le proporcionarán
informaciones contradictorias que complicarán su diagnóstico perceptivo y su
visión de los problemas a resolver o de las situaciones a enfrentar. Son las
exigencias de la sociedad, de los clientes, de los proveedores, de las agencias
reglamentadoras, son los desafíos de los competidores, las expectativas de la
alta administración, de los subordinados, de los accionistas, etc.
Sin
embargo, todas esas exigencias, desafíos y expectativas sufren profundos
cambios que sobrepasan la capacidad que el administrador tiene para poder
seguirlos de cerca y comprenderlos adecuadamente. Esos cambios tienden a
aumentar, frente a la inclusión de otras nuevas variables, a medida que el
proceso se desarrolla, creando una turbulencia que perturba y complica la tarea
administrativa de planear, organizar, dirigir y controlar una empresa eficiente
y eficazmente. Basil y Cook se refieren a la necesidad de funciones administrativas
volátiles y transitorias para que el administrador pueda enfrentar esa
turbulencia. Mientras que todos los individuos rutinizan gran parte de su
comportamiento para simplificar el proceso de la vida diaria, existen numerosos
cambios en el medio ambiente que quedan completamente afuera de los límites
normales del comportamiento condicionado.
El futuro parece complicar
esa realidad; innumerables factores causarán profundos impactos sobre las
empresas. En las próximas décadas, los principales desafíos para la
administración serán los siguientes:
1.
Crecimiento de las organizaciones: las
organizaciones con éxito tienden al crecimiento y a la ampliación de sus
actividades, ya sea al crecimiento en términos de tamaño y recursos o en la
expansión de sus mercados o en el volumen de sus operaciones. El crecimiento es
una consecuencia inevitable del éxito organizacional. A medida que una organización
crece ocurre una consecuente subdivisión interna (división del trabajo) y una
especialización de los órganos y de las personas y en consecuencia, una mayor
necesidad de coordinación e integración de las partes involucradas en
garantizar la eficiencia y la eficacia.
Como el mundo externo está
caracterizado por los cambios rápidos e inesperados, la organización del futuro
deberá tener una estructura y un comportamiento capaces de cambios rápidos y
frecuentes para seguir con éxito los cambios del mundo.
En estas circunstancias, los
administradores “generalistas” y dotados de habilidades genéricas y variadas
tendrán perspectivas más prometedoras que los administradores “especialistas” y
concentrados en pocas habilidades gerenciales.
2.
Competencia más aguda: a medida que aumenta
los mercados y los negocios crecen también los riesgos en la actividad
organizacional, principalmente en la actividad empresarial. El producto o
servicio que demuestra ser superior o mejor será el más demandado.
El desarrollo de tal
producto o servicio exigirá mayores inversiones en investigación y desarrollo,
perfeccionamiento de la tecnología, disolución de viejos y creación de nuevos
departamentos y divisiones, búsqueda incesante de nuevos mercados y la
necesidad de luchar contra otras organizaciones compitiendo con ellas para
sobrevivir y crecer.
3.
Sofisticación de la tecnología: con el
progreso de las comunicaciones, del computador y del transporte en jet, las
organizaciones y empresas están haciendo internacionales sus operaciones y
actividades. La tecnología proporcionará una eficiencia mayor, una precisión
mayor y la liberación de actividad humana hacia tareas más complicadas y que
exijan planeación y creatividad. La tecnología introducirá nuevos procesos y
nuevos instrumentos que causarán impacto sobre la estructura y el
comportamiento de las organizaciones.
4. Tasas
elevadas de inflación: los costos de energía, de materias primas, de mano de
obra, de dinero, se están elevando continuamente. La inflación exigirá, cada
vez más, mayor eficiencia de la administración de las organizaciones y
empresas, para que éstas puedan obtener mejores resultados con los recursos
disponibles y los programas de reducción de costos operacionales. La inflación
impondrá fatalmente nuevas presiones y amenazas sobre las organizaciones
lucrativas: éstas deberán luchar por el lucro y la supervivencia a través de la
búsqueda de mayor productividad.
5.
Internacionalización de los negocios: el
esfuerzo de exportar, la creación de nuevas subsidiarias para dejar raíces en
territorios extranjeros es un fenómeno ocurrido recientemente después de las
dos guerras mundiales que influirá en las organizaciones del futuro y su
administración.
6.
Visibilidad mayor de las organizaciones:
mientras crecen, las organizaciones se vuelven más competitivas, más
sofisticadas tecnológicamente, se hacen más internacionales, y con esto,
aumentan su influencia ambiental.
En otros términos,
gradualmente las organizaciones llaman más la atención del ambiente y del
público, y pasan a ser más visibles y percibidas por la opinión pública. La
visibilidad de la organización -su capacidad de llamar la atención de los otros
puede ocurrir de manera positiva (imagen positiva de la organización frente al
público) o de manera negativa (imagen negativa). De cualquier forma, la
organización, jamás será ignorada por los otros: consumidores, proveedores,
prensa, sindicatos, gobierno, etc. Esto influenciaría su comportamiento. Todos
estos desafíos traerán obligatoriamente una consecuencia para la administración
de las organizaciones y empresas: la administración de la incertidumbre. Los
cambios rápidos y bruscos, el crecimiento organizacional, la competencia de las
demás organizaciones y empresas, el desarrollo tecnológico, los fenómenos económicos
d la inflación, la internacionalización de las actividades, la visibilidad y la
interferencia de la opinión pública harán que las organizaciones del futuro, y
de esa década del 80, pasen a tratar, no sólo con la previsibilidad,
continuidad y estabilidad sino también con la imprevisibilidad, discontinuidad
e inestabilidad en todos los sectores de la actividad. Nuevas formas y modelos
de organización serán necesarios, y una nueva mentalidad de los administradores
será imprescindible.
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